Nació el 17 de febrero de 1836 en Sevilla.
Descendiente de nobles holandeses afincados en esa ciudad en el siglo XVI. Hijo de un célebre pintor del costumbrismo sevillano y hermano de otro, Valeriano. Bécquer era el segundo apellido de su padre. Estudió en el colegio de San Antonio Abad, para luego pasar a tomar la carrera náutica en el colegio de San Telmo.
En 1854 después de quedarse huérfano se traslada a Madrid. Intentó dedicarse a la pintura y estuvo sirviendo de escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, donde su habilidad para el dibujo era admirada por sus compañeros, pero fue motivo de que fuera cesado al ser sorprendido por el Director haciendo dibujos de escenas de Shakespeare.
Decide dedicarse a la literatura y sufre la pobreza mientras colabora en periódicos de poca categoría. Posteriormente entra en "El Contemporáneo" donde publicó crónicas sociales, algunas de sus Leyendas y los ensayos costumbristas Cartas desde mi celda que reúne nueve cartas escritas para el periódico El Contemporáneo publicadas entre mayo y octubre de 1864. En ese mismo año consiguió un cargo muy bien pagado, censor oficial de novelas. Hacia 1867 escribió sus famosas Rimas y la Revolución de 1868 hizo que se perdiera el manuscrito y el poeta tuvo que preparar otro. La poesía becqueriana transmite entusiasmo y emoción con un estilo sencillo que da cabida a sentimientos de desesperanza.
Tuvo tres hijos y se separó de su mujer en 1868.
Gustavo Adolfo Bécquer falleció el 22 de diciembre de 1870 a causa de tuberculosis agravada por una profunda depresión.
Luís Cernuda Bidón nace en Sevilla un 21 de Septiembre de 1902. Hijo de padre militar, se educó en un ambiente de rígidos principios. Ya desde pequeño se enfrenta a un choque entre unos valores familiares muy estrictos y la propia personalidad tímida y retraída del poeta. El poema "La familia" del libro Como quien espera el alba (1944) puede ser un buen testimonio de esos primeros años de la vida del poeta.
En esos primeros años marcados por la soledad descubre la literatura, y lo hace de manos de Bécquer, autor con el que su poesía presenta importantes contactos, tanto en sus primeros versos (Perfil del aire) como en otros libros posteriores (no debemos pasar por alto que el título del libro Donde habite el olvido está sacado de un verso de Bécquer).
En 1919 comenzó los estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla. Allí conoció a Pedro Salinas, que fue su profesor e introductor serio en la literatura. En estos años descubre también a un autor francés que le influirá poderosamente, Andre Gide, y en el que encontrará el poeta sevillano un paralelo de sí mismo. En 1923, deja la Universidad para el servicio militar; ingresa en el regimiento de Caballería de Sevilla. En 1924, vuelve para seguir la carrera, la cual terminará en 1926. Asiste a los actos celebrados con motivo del tercer centenario de la muerte de Góngora, pero solo como oyente, aunque ya había conocido varios miembros de lo que sería denominado después la Generación del 27.
En 1928, Salinas le ayuda a conseguir una plaza como lector de español en la Universidad de Toulouse. Allí comenzará a redactar los poemas de lo que será su libro Un río, un amor, inspirado directamente en la música de jazz y blues (el poema "Quisiera estar solo en el sur" alude directamente a ella) y en el cine. Se muda a Madrid en 1929. Allí trabaja en la librería de León Sánchez Cuesta y se enamora de un tal Serafín que no le hizo ningún caso. A este amor corresponden los libros Donde habite el olvido y Los placeres prohibidos. Nunca negó su condición homosexual, factor por el que fue considerado siempre un rebelde, dada la mentalidad cerril y poco abierta de la España de Posguerra, "un país donde todo nace muerto, vive muerto y muere muerto", como dirá en Desolación de la Quimera. Aspecto también que le otorgaba siempre un grado de marginalidad, "como naipe cuya baraja se ha perdido" es una de sus frases más conocidas.
Al proclamarse la República, la recibe con ilusión, y siempre se mostrará dispuesto a colaborar con todo lo que fuera buscar una España más tolerante, liberal y culta. Como ejemplo de esto último tenemos su participación en la Misiones Pedagógicas y Culturales que organiza el gobierno de la II República desde 1934.
Estos años son también de compromiso y acción política: Cernuda se afilia al Partido Comunista por breve espacio de tiempo y colabora en revistas de marcado carácter izquierdista, como es el caso de El Heraldo o la revista Octubre, fundada por Rafael Alberti. Pero los primero años treinta son también los del descubrimiento por parte de Cernuda de la obra de los poetas románticos alemanes (Novalis, Heine, Hölderlin), así como el inicio de su faceta de traductor. Durante la Guerra Civil participó activamente desde las trincheras culturales organizando actividades de todo tipo, como es la fundación de la revista Hora de España, o la participación en el II Congreso de Intelectuales Antifascistas realizado en Valencia.
En 1938 viaja al Reino Unido, donde trabaja de lector de español en la Universidad de Glasgow, la Universidad de Cambridge y el Instituto Español de Londres, pasando los veranos en Oxford en compañía del pintor Gregorio Prieto. Ya no volvería más a España. Allí profundizará en la lectura de los clásicos ingleses y descubrirá la obra de autores que le influirán poderosamente, caso de T.S. Elliot.
En 1947, gracias a la mediación de su amiga Concha de Albornoz, consigue una plaza de profesor en la universidad norteamericana de Mount Holyoke, y logra por fin la ansiada estabilidad económica, y en la que permanecerá hasta 1952.
Pasó a México en 1952, donde se enamoró de un culturista, a quien están dedicados los Poemas para un cuerpo. Trató con Octavio Paz y con Manuel Altolaguirre.
Muere el 5 de noviembre de 1963 en la Ciudad de México y es enterrado pocos días después en la sección española del Panteón Jardín.
Antonio Cipriano José María Machado Ruiz. (Sevilla, 26 de julio de 1875 - Coillure, Francia, 22 de febrero de 1939). Poeta, dramaturgo y narrador español, poeta emblemático de la Generación del 98.
Realiza sus estudios en la Institución Libre de Enseñanza y posteriormente completa sus estudios en los institutos San Isidro y Cardenal Cisneros. Realiza varios viajes a París, donde conoce a Rubén Darío y trabaja unos meses para la editorial Garnier.
En Madrid participa del mundo literario y teatral, formando parte de la compañía teatral de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza. En 1907 obtiene la cátedra de Francés en Soria. Tras un viaje a París con una beca de la Junta de Ampliación de Estudios para estudiar filosofía con Bergson y Bédier, fallece su mujer - con la lleva casado tres años - y este hecho le afecta profundamente. Pide el traslado a Baeza, donde continúa impartiendo francés entre 1912 y 1919, y posteriormente se traslada a Segovia buscando la cercanía de Madrid, destino al que llega en 1932. Durante los años que pasa en Segovia colabora en la universidad popular fundada en dicha ciudad.
En 1927 ingresa en la Real Academia y un año después conoce a la poetisa Pilar de Valderrama, la "Guiomar" de sus poemas, con la que mantiene relaciones secretas durante años.
Durante los años veinte y treinta escribe teatro en colaboración con su hermano Manuel. En la Guerra Civil permanece en Madrid participando en las publicaciones republicanas y haciendo campaña literaria. En 1939 es evacuado a Valencia, donde colabora en Hora de España y participa en el Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, y de allí a Barcelona, desde donde cruza los Pirineos hasta Coillure. Allí fallece al poco tiempo de su llegada.
En la evolución poética de Antonio Machado destacan tres aspectos: el entorno intelectual de sus primeros años, marcado primero por la figura de su padre, estudioso del folclore andaluz, y después por el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza; la influencia de sus lecturas filosóficas, entre las que son destacables las de Bergson y Unamuno; y, en tercer lugar, su reflexión sobre la España de su tiempo. La poética de Ruben Darío, aunque más acusada en los primeros años, es una influencia constante.
El teatro escrito por los hermanos Machado está marcado por su poética y no permanece en los límites del teatro comercial del momento. Sus obras teatrales se escriben y estrenan entre 1926 (Desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel) y 1932 (La duquesa de Benamejí) y consta de otras cinco obras, además de las dos citadas. Son Juan de Mañara (1927), Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos (1929), La prima Fernanda (1931) - escritas todas en verso - y El hombre que murió en la guerra, escrita en prosa y no estrenada hasta 1941. Además, los hermanos Machado adaptan para la escena comedias de Lope de Vega como El perro del hortelano o La niña de Plata, así como Hernani de Víctor Hugo.